sábado, diciembre 30, 2006


Anhelos

Te extraño como nunca antes.
Las nubes son fragancias tristes
Que se funden en el viento de la madrugada.

Y apareces en cada rincón de la eternidad,
Acariciando los espejos del tiempo,
Desafiando a mi fragilidad.

Me veo distinto, no tan uniforme,
Cambiando de pasiones en el tiempo
Siguiendo tus pisadas tan enormes.

Hoy me equivoqué y volví a pensar en ti,
Como en todas las caricias de la muerte
Tú vigilas mis esencias de Abril.

El invierno llega con tu rostro
Y me invade una tristeza homicida
Que pone sobre mis manos tu contorno...

Y no dejo de desearte en mi sistema.

La imaginación arrasa con mis ojos,
Las esquinas del silencio se trasponen
En el viento del recuerdo de tu boca.
Como hojas otoñales cae tu cuerpo
Sobre el árbol de la vida inmaculado...
Y cada rincón se convierte en frenesí,
Cada abertura se hace una ilusión
Que cierra mis espacios olvidados.

Las hojas caen sobre mi verano
Y el fulgor de tu mirada se disuelve
Con la magia devoradora del tiempo,
Con las alas presurosas de la muerte.

Mis anhelos transhumantes te ven llegar
Y mi conciencia observa tu partida.
La mentira formidable ha de cantar,
Mas nuestras verdades son sólo despedidas.