martes, febrero 27, 2007


Tiempo Eterno

La noche está en el centro
De la flor más íntegra y piadosa
Que cogí en los enjambres del silencio,
Impregnándome de tristeza deliciosa.

Hoy te siento con regocijo.

Mas el recuerdo de tus manos y tus besos
Me consumen en la fibra más interna
Junto al río de la muerte y de mis huesos.

Pienso en tu ausencia.

Vuelven a atemorizarme los deseos
Que anhelé cuando tu fuego envolvente
Se posó sobre mi carnalidad.

Tu espacio vacío en mi presente
Es llenado por tu alma inmaculado,
Por el cual siento esta llama poderosa.

Los días se parecen a la eternidad
De mis tiempos de espera flagelante,
Para verte junto a mí en plenitud.

Nuestro día pronto llegará,
Para hacernos uno solo sobre el mar...
Para despertar las vibraciones del amor
Que promete aparecer junto a tus ojos.

Tiempo de espera infinita,
Tiempo de recuerdos presurosos...
Tiempo de resignación marchita
Y de placeres codiciosos.