sábado, abril 14, 2007


Hoy
Subes como humo infinito
hacia la claridad solar.
Vuelas y te posas de imporviso
sobre mi inocencia estacional.
Hoy sentí tu voz en el universo
seduciéndome en fugacidad constante,
disipando las tinieblas del silencio
que me anhelan con dulzura delirante.
Esa costumbre vieja de los años
se escapó con el mover de tus labios,
que anularon la torpeza de mi inexperiencia.
Creo que aprendí a sentir,
dentro de copas de anhelante luz negra,
de aguas cristalinas dolorosas.
Y mi existencia se propaga en el tiempo
junto a un rostro de gentil melancolía
que te trae en la esencia del viento.
Mas mi vida ha de correr simplemente
por suburbios transexuales y olvidados,
separándose del mal repetitivo
que mancha con su tinta mi poblado.
Comparo mi bruta sabiduría
con tu fino contorno de princesa,
con tus manos elegantes,
con tu piel salina
que ocasionan desaciertos constantes.
Hoy la idea de la complementación
se viste de fraterna realidad,
fundiéndonos en una sola respiración,
en un hálito de vida.
Te posas voluptuosa con tu cuerpo de niña,
con tu mirada de sensual fortaleza...
y mis ganas son exactas junto al sol
de la mañana de tu ligereza.
Por la tarde envuelves mi hostilidad
con tu aroma de placer inoportuno...
mas sé que llegada la noche
te harás parte del color de mi sangre,
de mi esencia abominable
y de los sueños que soñé junto a tu boca.