martes, febrero 27, 2007


Tiempo Eterno

La noche está en el centro
De la flor más íntegra y piadosa
Que cogí en los enjambres del silencio,
Impregnándome de tristeza deliciosa.

Hoy te siento con regocijo.

Mas el recuerdo de tus manos y tus besos
Me consumen en la fibra más interna
Junto al río de la muerte y de mis huesos.

Pienso en tu ausencia.

Vuelven a atemorizarme los deseos
Que anhelé cuando tu fuego envolvente
Se posó sobre mi carnalidad.

Tu espacio vacío en mi presente
Es llenado por tu alma inmaculado,
Por el cual siento esta llama poderosa.

Los días se parecen a la eternidad
De mis tiempos de espera flagelante,
Para verte junto a mí en plenitud.

Nuestro día pronto llegará,
Para hacernos uno solo sobre el mar...
Para despertar las vibraciones del amor
Que promete aparecer junto a tus ojos.

Tiempo de espera infinita,
Tiempo de recuerdos presurosos...
Tiempo de resignación marchita
Y de placeres codiciosos.

jueves, febrero 15, 2007



Niebla

Hoy no veo nada...

Tus ojos me impiden ver
Las emociones que convergen en tu boca.
Tu silueta se viste de ocaso
Para acariciar tu valle de amor
Que alterna con la oscuridad.

Quisiera entregarte mi corazón
Porque siento que me haces falta,
Porque siento que junto a tus manos
Logro acariciar la esencia del aire.

Mas la densa niebla del atardecer
Se apodera de mi ambiente disgustado,
Impidiéndome mirar hacia tus ojos
Y desnudarte en intercambio de miradas.

No me dejas verte en plenitud...

Mas estas ganas por entregarte amor
Se esfuman junto a la divina luz
Que alguna vez creí tener en ti.

Hoy te escucho y no eres tú

Ya no existe entre mi voz y tu boca
La conexión más efectiva
Para hacernos uno solo en el tiempo...
O tal vez nunca existió.

De los astros de tu noche gris
Emergen mis caricias inexpertas
Para darte una ilusión sensata,
Para darte mis pasiones otoñales.

Hoy quiero darte lo mejor de mí,
Pero siento que los rostros de la verdad
Me miran con misericordia
Sobre el árbol de tu risa y cuerpo.

La voz de la nostalgia es franca,
Pues tu recuerdo se ha albergado en mí
Como una obsesión del viento
Que intenta decirme que estás cerca,
Mas tu mano no pretende tocarme.

Mientras miro estos versos de tinta sangre
Se deleita la claridad a mi lado,
Pues consigo verte en plenitud
Y darme cuenta que no has cambiado...
Que soy yo quien naufraga sobre el mar
De la inseguridad del tiempo.

Esta densa niebla se apodera de mí,
Poco a poco acaba con aspectos de mi ser.
Si no abres junto a mí tu pecho inmóvil
Tus tinieblas nublarán mi existencia
E irremediablemente deberemos perecer.

miércoles, febrero 07, 2007


Con cariño para ti... no tengo más que decir, pues te lo digo todo en esta humilde creación. Simplemente que has dejado en mi una huella profunda, que has llegado en un momento propicio... que te extraño, que eres más de lo que yo esperaba, y que eso me da miedo también. Un beso desde el alma, con palabras que a viva voz proclaman que te quiero demasiado. Hasta siempre, ven a visitarme en sueños, pues el vacío de tu ausencia es grande...

Mitsel

Tu voz se transforma en la esencia
De la tranquilidad de la tarde,
Que calma mis inquietudes pobres
Ante tu hermosura gentil y divina.

Te dibujas en el eco del recuerdo
Y apareces pura entre las nubes
Del cielo que observa mi pena
Ante tu inmortal ausencia.

Eres como un bálsamo que fluye sobre mí
Llenando mis vacíos terrenales.

Tu pelo cuan divina cascada
Se esconde tras los astros del silencio
Para darme bienvenida a un mundo exacto.

Hoy quise ser lo que era
Cuando nos hicimos uno solo,
Cuando la noche se depositaba detrás nuestro
Para ver el crecimiento de este amor.

Y quise descubrir tu alma de niña,
Pues tu mano había tocado mi corazón.
Tu me abriste tu pecho incondicional
Haciéndonos una sola ilusión.

Tengo miedo...

Porque siento que el recuerdo de tu alma
Ha invadido mi cáliz susceptible.

Mas te sigo viendo entre las nubes
Con tus ojos de luz, con tus manos de seda...
Entre tantas eres más que sólo una.

Eres tú mi tarde de amores,
La sangre fresca de mi agonía...
Mi gozo, mi veneno, mi pasión
Mi sabiduría, mi hermosa perdición.

Hoy te vi cabalgando entre mis sueños,
Apoderándote de cada rincón,
De cada esquina práctica de mi existencia,
Del color vivo de mi corazón.

Hoy quise entender mi vida junto a ti,
Porque cuando nos hacemos uno solo
Tu nombre se transforma en mi mejor escudo,
En mi mayor seguridad...
Mitsel.