jueves, febrero 15, 2007



Niebla

Hoy no veo nada...

Tus ojos me impiden ver
Las emociones que convergen en tu boca.
Tu silueta se viste de ocaso
Para acariciar tu valle de amor
Que alterna con la oscuridad.

Quisiera entregarte mi corazón
Porque siento que me haces falta,
Porque siento que junto a tus manos
Logro acariciar la esencia del aire.

Mas la densa niebla del atardecer
Se apodera de mi ambiente disgustado,
Impidiéndome mirar hacia tus ojos
Y desnudarte en intercambio de miradas.

No me dejas verte en plenitud...

Mas estas ganas por entregarte amor
Se esfuman junto a la divina luz
Que alguna vez creí tener en ti.

Hoy te escucho y no eres tú

Ya no existe entre mi voz y tu boca
La conexión más efectiva
Para hacernos uno solo en el tiempo...
O tal vez nunca existió.

De los astros de tu noche gris
Emergen mis caricias inexpertas
Para darte una ilusión sensata,
Para darte mis pasiones otoñales.

Hoy quiero darte lo mejor de mí,
Pero siento que los rostros de la verdad
Me miran con misericordia
Sobre el árbol de tu risa y cuerpo.

La voz de la nostalgia es franca,
Pues tu recuerdo se ha albergado en mí
Como una obsesión del viento
Que intenta decirme que estás cerca,
Mas tu mano no pretende tocarme.

Mientras miro estos versos de tinta sangre
Se deleita la claridad a mi lado,
Pues consigo verte en plenitud
Y darme cuenta que no has cambiado...
Que soy yo quien naufraga sobre el mar
De la inseguridad del tiempo.

Esta densa niebla se apodera de mí,
Poco a poco acaba con aspectos de mi ser.
Si no abres junto a mí tu pecho inmóvil
Tus tinieblas nublarán mi existencia
E irremediablemente deberemos perecer.