miércoles, febrero 07, 2007


Con cariño para ti... no tengo más que decir, pues te lo digo todo en esta humilde creación. Simplemente que has dejado en mi una huella profunda, que has llegado en un momento propicio... que te extraño, que eres más de lo que yo esperaba, y que eso me da miedo también. Un beso desde el alma, con palabras que a viva voz proclaman que te quiero demasiado. Hasta siempre, ven a visitarme en sueños, pues el vacío de tu ausencia es grande...

Mitsel

Tu voz se transforma en la esencia
De la tranquilidad de la tarde,
Que calma mis inquietudes pobres
Ante tu hermosura gentil y divina.

Te dibujas en el eco del recuerdo
Y apareces pura entre las nubes
Del cielo que observa mi pena
Ante tu inmortal ausencia.

Eres como un bálsamo que fluye sobre mí
Llenando mis vacíos terrenales.

Tu pelo cuan divina cascada
Se esconde tras los astros del silencio
Para darme bienvenida a un mundo exacto.

Hoy quise ser lo que era
Cuando nos hicimos uno solo,
Cuando la noche se depositaba detrás nuestro
Para ver el crecimiento de este amor.

Y quise descubrir tu alma de niña,
Pues tu mano había tocado mi corazón.
Tu me abriste tu pecho incondicional
Haciéndonos una sola ilusión.

Tengo miedo...

Porque siento que el recuerdo de tu alma
Ha invadido mi cáliz susceptible.

Mas te sigo viendo entre las nubes
Con tus ojos de luz, con tus manos de seda...
Entre tantas eres más que sólo una.

Eres tú mi tarde de amores,
La sangre fresca de mi agonía...
Mi gozo, mi veneno, mi pasión
Mi sabiduría, mi hermosa perdición.

Hoy te vi cabalgando entre mis sueños,
Apoderándote de cada rincón,
De cada esquina práctica de mi existencia,
Del color vivo de mi corazón.

Hoy quise entender mi vida junto a ti,
Porque cuando nos hacemos uno solo
Tu nombre se transforma en mi mejor escudo,
En mi mayor seguridad...
Mitsel.