domingo, agosto 06, 2006


No sé de dónde salió este poema... no sé si llegó por viento, o por mar, o en ala ficticia de un copo de nieve... ella sabe que es para ella... sólo los dos primeros versos, ellos solamente fueron capaces de traspasar la barrera de mi selección involuntaria... lo demás es sólo una consecuencia, como una respuesta a mi pregunta insidiosa... ¿Cómo puedo estar cerca tuyo? Tú estás siempre conmigo, eres mi esperanza, mi razón... se expone un tema, el amor, pero trata de exponerse en un sentido mucho más global, aplicable a cualquier estado de inseguridad y flaqueza... es el darse cuenta, mirar alrededor, pensar en mí y en el fracaso universal del yo... uno siempre tiende a echarle la culpa a los demás ("el aceite de los platos camina sobre mi lengua"), pero siempre, en toda situación el problema está en el YO... es reconocer la importancia de mis decisiones, que hacen de mí el yo del mañana... sólo así llegaremos a la plenitud y sabremos reconocer el qué, cómo y por qué de nuestra existencia... pensé en ti mientras escribía, tú sabes que sí...

Razón

Pienso en la posibilidad existente
De un día junto al mar de tu boca,
Elevándome en suspiro ausente
Que me mira, me anima y me convoca.

El aceite de los platos camina por mi lengua,
Como un mortal veneno de esencia fresca.

Entonces me pregunto si existo.

Y llega a mis entrañas esa voz extensa,
Desde el fondo de un arrollo se conserva
Y cae sobre el mar cuan inmortal rocío.

La música inaudita me acompaña bondadosa,
Anestesia mis tristezas y aliviana mi carga,
Se desvela cada noche fulminante y pretenciosa
Y termina con mis sueños mostrando su adarga.

Eres tú, mi primavera sigilosa,
Mi finalidad, mi existencia, mi hálito de vida,
El comienzo de una noche majestuosa
Y ese bálsamo divino que cierra mis heridas.