martes, mayo 23, 2006


Momento

El momento triste, el momento ausente,
El día de los siglos nauseabundos.

Los cielos inventan un soneto hiriente
Y el mar está solo en lo más profundo.

En el canto de brisas sonrientes
Se mezclan los sueños del mundo.

Momentos de paz, momentos alegres,
Momentos del día sigilosos, imponentes,
Aquellos que viven tan simplemente
Sin darme un momento solemne.

En tanto que escribo mi mente es otra.

Mi alma se transforma,
Me fusiono con todos los rostros
De nuestra piadosa naturaleza.

Las marcas son la esencia de los años,
Ya no nos duelen, son parte nuestra.

De a poco perdemos el miedo,
Viajamos en espera infinita
Y el espejo de la muerte
Es la agonía de nuestra pasión marchita.

Vamos a caminar por el destino,
Vamos, que hoy en el aire hay rico frío,
Vamos a preguntarle al horizonte
Cuán veraces se muestran los montes
De tu casa, de tu cuerpo y de tu boca.

Y te soñe, y te pensé,
En los rincones de la noche desvarié.

No conocí a otra mujer
Con esa diáfana mirada y esa piel,
Con esa luz humanizada por el viento
De las tardes otoñales, de la risa,
De tu voz incandescente, de tu mar.

Donde todos dicen lo mismo:
Son sólo momentos de esperanza,
De miseria y de este amor
Que es sólo parte de la tarde.

Ya sé que llegada la noche
Serás mi mayor flagilidad,
Mi tormento, mi cordura,
El retoño de una mítica locura
Y un estruendo de placer y de bondad.